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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

SUECAS

Las "suecas" vinieron a nuestro país allá por la década de los 60. Todas las rubias, de ojos azules y piel dorada eran "suecas", aunque fueran alemanas, holandesas, noruegas o inglesas. Y los nativos iban locos por aquellas muchachas que eran las únicas que se atrevían a ponerse un bikini, incluso un completo en las playas ibéricas.

Las nativas estaban en casa, y pocas se atrevían a tomar el sol y mostrar sus carnes a los ojos llenos de tentaciones de los varones. A otras, directamente, no las dejaban ni sus padres ni sus novios ni sus maridos. Los 60 eran los 60. Y los 50... eran los 50.

Pero las suecas eran las suecas.

Y las suecas siguen siendo las suecas. Pasear por Estocolmo no es sólo ver los bellísimos edificios, los canales, los parques. Es una delicia caminar por las calles de la capital de Suecia, que es absolutamente espectacular: una no sabe dónde mirar, por todos los lados hay algún perfil interesante. Pasear por Estocolmo es, además, mirar a los demás paseantes. Sobre todo a "las" demás paseantes. Estas de ahora son las nietas de aquellas suecas de casi cinco décadas atrás, y además están morenas del sol de casa: una pasea por Estocolmo y se broncea más que en Zaragoza. El aire del mar tiene eso cuando hay sol, que te pone morena mientras caminas por la ciudad, junto a todos sus canales marinos.

De los suecos nadie decía nada en los 60 ibéricos. Con ellos pasa lo mismo que con las suecas, pero menos, lo reconozco.

Ellos no llaman tanto la atención como ellas. Salvo algunos nativos altos, altísimos, que podrían competir con Bergman o con Max von Sydow.

Por nombrar a dos de los suecos más internacionales.

Y altos.

Porque Jussi Bjørling no era tan alto.

Aunque su voz sí lo era.

De hecho, era la mejor.

Dicen que tenía una casa en la costa y que cuando ensayaba, los pescadores se paraban para escucharla, y que había viajeros que se acercaban en barco para oír su voz desde el mar.

Nadie ha cantado "Nessun dorma", de Puccini mejor que él.

 

 NOTA: Gracias, Juan Antonio, Rafael, Isa, Nerea y Julio por vuestros comentarios sevillanos e italianos. Que sigáis disfrutando del verano por las maravillosas y siempre cálidas tierras del sur.

 

1 comentario

Estrella -

Qué interesante! Pero mi madre espanola sí pudo ponerse su bikini.
Además, está usted usando el ö danés o noruego. Es Björling. :)