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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

VENTANAS

Ya sabéis que me gustan las ventanas. En general. Para mirar desde fuera y desde dentro.

En Noruega no utilizan persianas, y las cortinas suelen estar descorridas, de manera que se ve todo lo que hay dentro, cuando las luces están encendidas, que es casi siempre. Porque les encanta la luz, tanto en invierno como en verano. Aquí la electricidad es un poco más barata, pero no tanto. No obstante, dejan las luces de tiendas, supermercados, fábricas... siempre encendidas, día y noche. De esa manera, uno no sabe si la tienda está o no abierta.

Y lo mismo pasa con muchas casas. Uno se va de compras, o incluso de vacaciones, y deja luces encendidas.

En esta época, apenas anochece. Se puede leer con la luz artificial apagada durante prácticamente toda la noche. La luz celeste permanece encendida toda la noche.

A veces pasa que durante el día llueve y por la noche sale el sol.

Palabra de honor.

Ahora veo llover a través de la ventana de este despacho. También está a mi izquierda, pero no veo el canal. Ahora veo abedules, setos, algún pino, y casas de colores asentadas donde hubo un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.

Palabra de honor.

Y el búnker está aquí mismo, debajo del jardín.

Si lo pienso mucho me da algún que otro escalofrío.

 

2 comentarios

Sofía -

¡Hola Ana! El otro día, la profesora de castellano nos recomendó la lectura de alguno de tus textos del blog, antes de empezar a leer "El medallón perdido" y la verdad es que me gustó mucho la forma en que están escritas las distintas entradas.
Ahora, me surge una curiosidad, ¿Porqué ambientas tantos textos ya sea en el blog, en tus novelas... en Noruega?
¡Muchas gracias!

Julio -

Alguno que otro te dará.
Besos desde Sevilla, Ana
Por cierto, ya me he leído tu libro, y si me supiste encandilar con la literatura juvenil, con la de adultos me has dejado encantado.