PLACERES MENORES
O mayores, según se mire.
Comer un pedacito del nuevo praliné de limón, merengue y chocolate blanco de LACASA. Un placer prenavideño. Debe de engordar, pero da igual.
Comprar una vela con forma de estrella blanca en IKEA, colocarla encima de la mesa, mirarla y tocarla sin sufrir ningún daño. Funciona con una pila y no se cae.
Comprar otra vela, también en IKEA, dentro de un vaso de cristal, con perfume de rosas. Encenderla con una cerilla de una caja de cerillas de algún hotel, y sentir como su perfume llena toda la habitación.
Leer en la pantalla del ordenador un mensaje esperado. Y disfrutar de sus palabras.
Leer LA LEYENDA DEL REY ERRANTE mientras Patricia me tiñe el pelo y me peina y el secador no me deja oír el viento de la calle. Sólo el viento del desierto en la novela de LAURA GALLEGO.
Llegar a casa, encender la calefacción, ponerme los calcetines de lana, las zapatillas, comer el dulce de limón con merengue, encender una vela con perfume de rosas y otra sin perfume y de pilas, leer el correo, escribir en este blog.
Y mirar a mi alrededor.
2 comentarios
Don Luis -
Nerea -
Un beso!