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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

DON JUAN IV

DON JUAN IV

Atardecer de otoño en Praga

 

Según parece, Mozart, su llibretista Lorenzo da Ponte y Giacomo Casanova se entrevistaron en Praga.

El seductor veneciano vivió sus últimos años en Bohemia y el compositor salzburgués pasó alguna temporada en la ciudad.

Hace tiempo leí en un relato de Michel Tournier (en su libro Célébrations), el relato "Ce 26 janvier 1786 à Prague", la recreación de esa entrevista. Según el texto, Casanova le habría sugerido a da Ponte, amigo suyo, y al maestro Mozart, la creación de un Don Juan menos español y más italiano, menos siniestro y diabólico. Recordemos: el modelo hispánico fundamental era El burlador de Sevilla, atribuido al fraile mercedario Tirso de Molina. Un don Juan italiano, o mejor aún, veneciano.

Les dice: "Y bien, hagamos juntos un don Juan veneciano. Un don Juan sonriente amante de las mujeres. Poseerlas no significa nada para él si no las hace felices".

Así era Casanova. Y además de verdad. No estaba hecho de tinta. No era un mito literario ni lo fue operístico.

Zerlina salió ganando gracias a los consejos de Casanova.

La pobre doña Ana, no obstante, perdió al padre. Eso permanece en el mito desde tiempo inmemorial, desde los orígenes griegos del mito.

Y doña Elvira... No sé, no sé, mucho lo echaba de menos, y mucho lo perseguía....

 

NOTA: Cierto, Dani, un lujo compartir don Juan con un actor de la talla de Emilio Gutiérrez Caba. Octavio, sí salen las cuentas. Don Juan era un coleccionista de mujeres, no tanto un seductor. Y desde el comienzo de la obra tiene prisa para todo. También para seducir: 6 días le da don Luis para la apuesta final, y en una noche la supera. Gracias a los dos por vuestros comentarios. Y a Patricia, por su colaboración sobre las imprentas.

Y a Mayusta y a Jacobo por el recuerdo de Pedro.

 

 

 

 

2 comentarios

Juan Antonio -

No sé qué será más canalla, si utilizarlas sin más o enamorarlas y hacerlas felices para luego desengañarlas: mientras más profundas sean las heridas del alma, más difícil será curarlas. Saludos sevillanos

Octavio -

Poseerlas no significa nada para él si no las hace felices. Me declaro, pues, casanovista converso. Buen apunte, profesora.