DON JUAN III
No son don Juan y don Luis, pero podían ser.
Por eso de concursar sobre la longitud.
Fuente móvil en el Museo Franz Kafka de Praga.
Además, se van moviendo sus caderas.
Días empleados por Don Juan en cada mujer.
Todo ello según él, claro.
En realidad, eran menos.
"Uno para enamorarlas,
otro para conseguirlas,
otro para abandonarlas,
dos para sustituirlas
y una hora para olvidarlas."
Eso se lo cuenta a Don Luis Mejía, atónito después de perder la primera parte de la apuesta, y antes de perder la segunda.
Y de perder la vida.
Pobre Don Luis, eterno finalista.
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Octavio -