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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

CUADROS

Hay obras de restauración en la Casa de El Greco, en Toledo.

Los cuadros del museo vagan en itinerante exposición y visitan ahora Zaragoza. Acabo de verla antes de comer.

La visión de las pinturas del cretense siempre es un alimento del alma, sea o no sea el alma. Los retratos del los Apóstoles, el Salvador, "Las lágrimas de San Pedro"... , una iconografía religiosa más allá del cristianismo, del contrarreformismo. Hay una suerte de espiritualidad pura, de conversación agustiniana, de comunión entre el rostro del cuadro y la mirada del espectador.

No es una macroexposición, tiene el tamaño justo y además, las obras se pueden contemplar desde muy cerca. Muy buen montaje, silencioso, y en penumbra sobre fondos lilas.

No os perdáis este paseo con El Greco en el centro de Zaragoza. Un regalo llegado desde su casa de Toledo, uno de los rincones más íntimos de la ciudad castellana.

 

NOTA: Néstor y José, una fecha imborrable de nuestros recuerdos, ese 11 de septiembre. Rafael, Coronado, el más guapo de los dos..., meditaré sobre ello. Nerea, a ver si nos vemos también con LA CELESTINA; y a lo mejor el público también se asombra del suicidio de Melibea. Coincidimos en nuestra apreciación. Besicos a todos y buen fin de semana.

 

1 comentario

Silvia -

Cara Ana! Que tal estas? Perdona las faltas de acentuacion...etc. Te escribo desde el albergue de Ljubljana y el teclado del ordenador es un lio para mi. Aunque hasta ahora no me habia metido en tu blog (y hasta que Dani no ha empezado a escribir en el suyo, nunca habia leido uno) tenia muchas ganas de dejarte un saludo. Hablando de cuadros, en Venecia hemos tenido la ocasion de visitar un palacio de los que dan al Gran Canal (Ca' Pesaro) y alli nos encontramos con un Sorolla esplendido. Es nuestro ultimo dia en Ljubljana. Esta noche salimos para Venezia-Mestre y desde alli nos vamos a Verona, a visitar a Montescos y Capuletos. Nos caemos de suenyo, pues nuestro tren sale a las 02.22 de la madrugada y el bueno de Damia nos ofrece su albergue para no vagar por las frias calles de esta bonita (pero algo carente de vida) ciudad. A ver si nos vemos. Muchos besos. Nos acordamos de ti muy a menudo.
Silvia.