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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

CUBOS

CUBOS

Cubos a la entrada del Pabellón Puente,

en la EXPO de Zaragoza.

De metal, de madera, de cristal.

De palabras de agua.

Las flores de ayer están dentro.

Estar dentro de un cubo es estar dentro de la matemática más pura.

 

 

 

Oí hablar por primera vez de "cubos" en el colegio de monjas, cuando era niña.

Hasta entonces, para mí un "cubo" era un "pozal", voz aragonesa para el recipiente contenedor de agua para fregar, basuras, etcétera.

La monja nos mandó dibujar en casa un cubo.

Y yo estaba dibujando un pozal cuando llegó mi padre. Me dijo: "Si en clase de Matemáticas, la monja te ha mandado dibujar un cubo, se referirá a esto". Y cogió un lápiz y con dedos sabios empezó a dibujar un cuadrado, a su lado otro cuadrado, y luego fue uniendo las aristas con líneas rectas. De pronto apareció, como por arte de magia, el cubo.

Eso era un cubo, lo otro era un pozal.

No supe del aragonesismo de la palabra "pozal" hasta muchos años después, cuando vivía en Madrid y alguien me lo dijo.

Para mí el cubo es el cubo, y el pozal es el pozal.

Desde el día en el cual el cubo salió de los dedos de mi padre.

Hace ya muchos años de eso.

1 comentario

witilongi -

Anda que no le ha pasado a gente esto de confundirlos cuando eran niños porque en cada comunidad los cubos tienen un nombre particular. Aunque si lo piensas bien podrían hacer pozales con forma de cubo ¿no crees?