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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

PIEDRAS II

Los muertos de Bosnia te miran directamente desde sus tumbas. Muchos cementerios están junto a la carretera, en medio de la ciudad, al lado del café en el te tomas el segundo té de la mannana.

Los cementerios cristianos son grises y tienen la imagen del muerto grabada en la propia lápida. Desde el coche veo jóvenes caras que me miran, que incluso sonríen desde su hieratismo. Cualquier rincón otrora vacío es ahora un camposanto.

Los cementerios musulmanes son blancos: pilares inmaculados sin fotografías junto al camino, o en la colina en medio de la ciudad o del campo.

Los vivos y los muertos comparten espacios y miradas.

En Trieste hay un parque llamado "de la Memoria" (della Remenbranza). También está en una colina, entre la peculiar catedral e San Giusto y el Teatro Romano. En el parque también hay piedras. Muchas piedras. Desde arriba parecían parte de la decoración. De cerca se leen las inscripciones en rojo: el capitán piloto cuyo avión desapareció en el aire en 1941, el almirante que  se hundió con su barco en el 43, el teniente muerto en El Alamein.

Cientos de piedras, cientos de nombres de triestinos desaparecidos en tierra, mar y aire en la segunda guerra.

Más vivos y más muertos. Lugares para los que ya no tienen un lugar.

Piedras, muchas piedras.

1 comentario

Ricardo. -

En la calzada. A los lados de un río. Bajo las ruedas de un tren. En capiteles mágicos. En columnas eternas. En cúpulas celestes. Hechas cuerpo. Hechas fuente. Hechas voz. Piedras rezumando historia. A veces muerte. Cuánta piedra da per tutto... ¡pero que bien puesta! Bacione.