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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

LECTURAS

 

Hay obras literarias que se escribieron para ser leídas en voz alta. Muchas: tal vez la mayoría de los poemas, las comedias humanísticas también. LA CELESTINA, a la que algunos libros de texto se empeñan en incluir en el género narrativo, fue creada para ello. Hace unas décadas, todavía el que sabía leer lo hacía al amor del hogar para el resto de la familia.

El gusto por la palabra bien escuchada y bien pronunciada. Las sinalefas bien hechas, sin que desaparezca ninguna vocal. El verso bien dicho, encabalgando versos y no ripiándolos. ¡Qué difícil, aunque tan fácil parezca!

Hoy se ha celebrado la fase eliminatoria del Concurso de Lectura en Público que organiza el Departamento de Educación de la DGA, por estos pagos de Aragón. Jóvenes de 12 a 17 años han participado y disfrutado de la palabra. Textos narrativos, dramáticos, líricos. Versos y prosas. Niños de pelo en cresta o con rizos sobre los hombros. Niñas con el flequillo ladeado o son la melena en la cintura. Niños y niñas de apellidos locales y de más allá de los mares. Chicos de colegios concertados y de institutos públicos. Chicas de uniforme tableado y sin él.

En el aire "Las nanas de la cebolla" de Miguel Hernández, el Pic-Nic de Arrabal, La dama del alba  de Casona, Don Juan Tenorio de Zorrilla, el episodio de los molinos  El Quijote cervantino... Fragmentos clásicos y modernos en la Biblioteca de Aragón.AuA

Ausencia de ese "CO" tan arraigado en el habla coloquial y juvenil de esta ciudad.

Literatura, emociones, ilusiones de chicos y chicas que han compartido el gusto por la palabra.

 

 

 

 

 

 

 

 

2 comentarios

Javier -

¡Que bien! A mí me gustaba participar en las clases voluntarias que un maestro nos daba para leer bien. Medíamos los tiempos con diferencia en las comas, punto y coma y punto. Nos enseñaba a enfatizar, dar realce a las admiraciones, interrogaciones. Las pausas en los puntos suspensivos... en fin, un gusto por la lectura y por saber leer que dejó poso y perdura.

Oí hace unos días que unos alumnos habían participado en unas clases de caligrafía organizadas por José Mª Martínez -propietario de "La Estilográfica Moderna"-, un defensor a ultranza de retomar la obligatoriedad de la enseñanza de la caligrafía.

No se trata de leer y escribir, sino de saber hacerlo, al menos, un poco mejor.

Un beso Ana, buen post. :)

Nerea -

Vaya, de eso no me había enterado... Me hubiera gustado acudir a escuchar, creo que lo mio no es la lectura en alto, algun día probaré.
Interesante saber que, aunque en mi centro eso de los libros no atraiga a mucha gente, la literatura sigue interesando a los jóvenes (nada, tendré que buscarlos debajo de las piedras o algo por el estilo...)
Besos, Ana!