LLAVES
LLaves y llaveros.
Ya se ve.
Ya sabemos que "llave" y "clave" son, en el fondo (incluso en el fondo del mar) la misma palabra. Que la llave sirve para abrir, entrar, penetrar en mundos y submundos (incluso en los que tenemos más a mano).
Que el llavero suele acompañar a las llaves en su tarea penetradora. Aunque se queda fuera, lo que a veces resulta frustrante. Sobre todo para el llavero, claro.
Hoy me han regalado un llavero. A mí y a un grupo de compañeros recién habíamos llegado al postre. Al postre de una comida, me refiero. Alguien que se va, alguien que abrirá otras puertas distintas con llaves distintas.
Tampoco nuestra puerta, la de ahora, la de entonces, será la misma. La llave conseguirá su objetivo y jugará con la cerradura en su habitual "aquí te pillo, aquí te me tiro". El llavero seguirá quedando fuera del juego.
Se quedará, eso sí, dentro de la mano, que es mejor sitio que el agujero de una cosa que, en el fondo, se llama bombín.
Gracias, querida compañera, por este año y por todos sus llaveros.
1 comentario
Javier -
La sonrisa, por decir alguna :)
Saludicos Ana