HAMLET
No me atreveré a hablar de esta obra de Shakespeare. Casi todo el mundo la considera su mejor fruto. Es una fiesta que se haya representado en Zaragoza durante este fin de semana "oficialmente" literario.
Una producción del Teatro Arriaga, con dirección de Lluis Pasqual, protagonizada por Eduard Fernández como príncipe danés, Marisa Paredes como su madre, y un elenco magnífico de actores, de esos que saben pronunciar hiatos y diptongos y que no apostrofan consonantes con vocales.
Una escenografía limpia, tan solo una cortina negra y plateada, dos palcos de la platea y los pasillos del teatro como escenas abiertas para los mutis.
El director sabe lo que hace. No siempre pasa esto. Los hay que pretenden lucirse en detrimento del texto. Aquí no ocurre: la representación es una celebración de la palabra y de la interpretación.
Todo el peso lo llevan los actores, espléndidos absolutamente todos, sin nada que maquille y sirva de apoyatura.
No hace falta cuando hay actores así, directores así, y un texto así.
Una fiesta de las palabras, del teatro para un 23 de abril.
3 comentarios
Javier B. -
pat rizia -
Ricardo. -