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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

BOSQUES

Llego ahora a mi casa desde el Meliá Zaragoza. Allí se ha presentado el libro ganador con el III Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil.

El título, En un bosque de hoja caduca.

El autor, Gonzalo Moure.

Habla de la infancia revivida en el recuerdo. De la literatura presente en el cotidiano contar cuentos de la madre del escritor, y de la abuela de la protagonista.

El libro empieza así:

"A veces me cuesta recordar lo que sentía cuando era niña; lo que pensaba, hasta lo que veía. Y necesito hacerlo porque no puedo ser quien soy si no consigo rescatar de mi memoria todas aquellas sensaciones. Son momentos de desconcierto porque no lo logro. Pero, otras veces, creo que estoy cerca; otras veces, como ahora, me asomo a la niñez de nuevo y entonces los aromas del bosque llegan hasta mí puros, vigorosos, casi ingenuos."

Un libro para leer este fin de semana tan "literario".

4 comentarios

carla -

Me he leído todos y cada uno de los libros de ese autor (sí, también parte de los infantiles)... no sabría elegir uno entre todos ellos. Por la parte que me toca (soy violoncellista) \"El síndrome de Mozart\" me parece una novela excelente; \"El bostezo del Puma\" también es un libro sumamente recomendado, \"Un loto en la nieve\", precioso... \"En un bosque de hoja caduca\" será mi última adquisición.
saludos

Nerea -

Otro libro a la lista de compras para este fin de semana. El libro \"El sindrome de Mozart\" de ese autor me encanto, y ese comienzo promete...
Besos, Ana!

Lu -

Asomarse a la niñez es, irremediablemente un signo de madurez. La medida del tiempo.

Anónimo -

Una historia apenas comenzada. Por \\\"A\\\" en este caso. Nuestra vida se convierte en eso, el relato que nos hacemos a nosotros mismos de lo que nos va ocurriendo. En el que rescatamos, o no, sentimientos del pasado a nuestro entojo. Configurando así la propia historia, demasiadas veces modelada, en nuestra propia voz o prestada a otras voces que intentamos recuperar cuando narramos. Así, a la postre, ¿siempre ficción?.