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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

PRESENTACIONES

Ayer en "Ámbito Cultural" de E.C.I., se presentó la nueva novela de Ramón Acín. Habló el autor, Javier Fernández y Julio Llamazares, y comentaron la necesidad literaria y no literaria de revisar la última confrontación civil española. La novela habla de  los "maquis" en el Alto y en el Bajo Aragón, y está basada en personajes y en hechos reales. Todavía no la he leído pero lo haré.

De maquis, mi amiga Rosa Pérez,  de Andorra (Teruel)  sabe mucho. En la villa minera se organiza cada año un Congreso sobre maquis y ella tiene mucho que ver con su organización. Yo sabía poco sobre el tema y es ella la que me ha pasado textos sobre lo que pasó en la zona. Mi familia siempre ha sido urbana: mis padres siempre vivieron en Zaragoza y mis abuelos también; así que la resistencia que había en los Pirineos, en el Maestrazgo o en los Monegros me fueron ajenas, nadie me las contó al amor de ningún fuego porque de eso se hablaba poco. Además, cuando era pequeña de la guerra se hablaba siempre muy bajo, por si acaso al otro lado de la pared alguien ponía la oreja.

Recuerdo un día de mi infancia primera: mi madre y yo fuimos a Correos a recoger un paquete. Yo en el cole había oído hablar del "régimen de Franco". Para mí la palabra "régimen" sólo significaba una cosa: "dieta". Subiámos mi madre y yo la gran escalinata de correos; la policía, vestida aún de gris, apostada en cada esquina dentro y fuera del edificio. Mi madre me llevaba de la mano. Había un gran retrato del Caudillo. Me acordé y le pregunté: "Mamá, ¿es verdad que Franco tiene un régimen?, ¿cómo es el régimen de Franco?". A mi madre se le demudó la color inmediatamente. "Cállate, no digas esa palabra", me dijo en voz muy baja y muy asustada. Nunca la había visto así. "¿Por qué?", insistí. "De eso no se puede hablar, del régimen de Franco no se habla, y menos aquí. Los policías nos pueden llevar a comisaría". Me callé pero no entendía nada: no comprendía que no se pudiera hablar de los que Franco comía o dejaba de comer. Cuando llegamos a casa, al amor de aquella estufa de petróleo de color gris verdoso me lo contó.

NOTA: esta tarde en el mismo lugar y a la misma hora que ayer, Fernando Marías presenta su libro, ganador del Premio Ateneo de Sevilla.

1 comentario

Nicolás -

Pues yo tengo un vecino que fue "maquis". Todavía viven, él y su mujer. Con bastante salud (hasta hace poco todavía conducía, él), afortunadamente.
Por suerte, no se ha llegado demasiado tarde y hay mucha gente que ha podido recoger muchos testimonios antes de que mueran los supervivientes.