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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

DÍAS

Hay días en que una se siente como una princesa. Otros días en que una se siente como una mendiga. Otras en las que una ni se siente siquiera.

Será como dijo Hölderlin en su HIPERION: "El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona".

A veces sentarse a reflexionar nos convierte en hojas caídas de otoño.

A veces, después de una clase de "Pilates", una no puede ni sentirse ni sentarse.

A veces, una se reencuentra con aquellos a los que conoció cuando eran niños, y ahora ya no lo son. Entonces se da cuenta del huracán del tiempo y de su "viento helado".

NOTA: Bienvenido de vuelta, Juan, precioso lo que dices del amor.
Bienvenida,Begoña, a este blog: fue hermoso ese reencuentro contigo y con tu hermano. Un descubrimiento/redescubrimiento.

2 comentarios

Juan Blas -

Me traes al recuerdo a Teilhard de Chardin en El Medio Divino cuando escribe: "En el ritmo general de la vida [...], desarrollo y renuncia, asimiento y desasimiento no son términos que se excluyan mutuamente. Armonizan entre sí, como en el juego de nuestros pulmones la inspiración del aire y su expiración. Son dos tiempos de la respiración del alma, o, si se prefiere, dos componentes del impulso mediante el cual el alma continuamente toma pie en las cosas para superarlas". Tal vez todo tenga su sentido.

Ricardo -

Los tejados de las ciudades son como las tapaderas de las ollas: bajo ellos bullen millones de vidas condimentadas con infinidad de aderezos: sueños de Dios o reflexiones de mendigo... Los Días tienen canas, a veces, y es dificil encontrar en ellos sillas donde "sentirse". Y el amor? Existe? Creo que ya no. Aquí lo único real son las hipotecas, que nos hacen "soñar como mendigos". Bacione!