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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

El tiempo

Hace unos annos vi una exposición aquí en Trondheim. El pintor era Håkon Bleken, uno de los más prolíficos e interesantes del panorama artístico noruego. El tema unitario era la vejez y la enfermedad de sus propios padres. La decrepitud, las carnes fláccidas, desnudas, los cuerpos encorvados, mirando sin ningún pudor al ojo escrutador del hijo que los iba a convertir en materia pictórica. Ningún atisbo de sentimentalismo en los colores, ni en las formas. La verdad directa, cruda, de la caída en el abismo final.

Tampoco están ya lo mismos que se sentaban ante la mesa a tomar el café con alguna de las tartas exquisitas de "Erichssen". Ni tampoco los que se sentaron a la mesa de mi boda. El paso de tiempo tiene eso: o te mueres tú o se mueren los que tienes a tu alrededor. No hay otra opción.

Son casi las nueve y el sol, no obstante, brilla en ángulo de 45 grados todavía. El paso del tiempo también tiene eso: que de vez en cuando el sol alumbra las mesas.

Aunque estén casi vacías.

2 comentarios

Juan -

Lo pasajero forma parte del viaje que es la vida. Otra cosa es que el viaje sea tan largo que nos olvidemos de que ha tenido un principio y que desde luego tendrá un fin. Será ese olvido casual o voluntario tal vez. En otras culturas desde luego tiene más consideración que en la nuestra, bastante más centrada en la belleza de la juventud y en el placer efímero.

Pablo -

La vida siempre sale adelante. A veces, los recuerdos y el atardecer nos conducen inexorablemente hacia la melancolía. Sin duda una buena taza de té en la compañia de un luminoso amanecer hará que recuperes todo tu brillo y color. Si es que el sol llega a ocultarse...