Blogia
AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

Flaubert y las cartas

Cuando uno escribe una carta,le parece que sólo va a ser leída por el destinatario. Pero cuando uno es un artista, sus cartas pueden llegar a formar parte del patrimonio de un museo, de un país, o hasta de la misma humanidad. Con la correspondencia publicada de algunos escritores tengo un doble sentimiento: de fascinación y de mala conciencia. De fascinación porque leer aquello que en su momento fue creado como íntimo me acerca más a su pensamiento. De mala conciencia porque sé que estoy entrando sin llamar en una alcoba privada. Pero a veces tenemos que encajar, también, nuestras propias contradicciones.

Gustave Flaubert escribió novelas magníficas y cartas, muchas cartas. Sus ideas sobre ética, estética y creación literaria las impregna, sobre todo las que dedica a Louise Colet:

"He abandonado el viejo proyecto que tenía de escribir más adelante mis memorias. No me tienta ninguna cosa relacionada con mi persona. Los afectos de juventud (por muy bellos que parezcan con la perspectiva del recuerdo, e incluso entrevistos de antemano bajo los fuegos de Bengala del estilo) ya no los considero hermosos. ¡Que muera todo esto y que nada resucite!¿Para qué escribir mis memorias? Un hombre no es más importante que una pulga. Nuestras alegrías, como nuestros sufrimientos, deben quedar absorbidos en nuestra obra. ¡Las gotas de rocío que el sol ha trasladado al cielo no se reconocen en las nubes! Evaporaos, lluvia terrestre, lágrimas de los antiguos días, y formad en los cielos gigantescas volutas, todas penetradas de sol"

Sí, de vez en cuando tomamos conciencia de que no somos mucho más que una pulga.

1 comentario

juan decamisé -

Tan sólo una voluta enamorada...