Blogia
AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

FIRMAR LIBROS

 

Hace muchos años, un escritor me firmó un libro. Tenía yo 12 años, y Dominique Lapierre vino a Zaragoza.

Bajé a Galerías Preciados con mi madre. Compramos el libro. Él me lo firmó, me lo dedicó, y me dio la mano.

Fue un momento lleno de magia. Lo recuerdo así.

Yo era una niña de barrio obrero de 1974. En aquel tiempo, pocos escritores venían a la ciudad, y menos aún, franceses, extranjeros.

Y aquel escritor, tan guapo, tan famoso, tan elegante y tan francés, me dio la mano a mí, chica del barrio de Torrero.

En aquel momento, pensé que yo también querría ser como él. Que un día alguien me pidiera que le dedicara un libro mío.

Enlace permanente de imagen incrustada

En el Colegio Santa María de los Apóstoles de Jaén, firmando libros a jóvenes y encantadores lectores. Muchas gracias...

Pero lo pensé como se piensan cosas dentro del reino de la fantasía. Como algo irreal, soñado, deseado. Pero imposible. 

Pero hay veces que los sueños se hacen realidad. Aunque parezcan imposibles.

En aquel tiempo, yo pensaba que los escritores eran seres ideales, que no tenían ni carne ni hueso, solo historias en la cabeza y unos pies que paseaban por alfombras rojas. O un traje elegante, en verde, con coderas de cuero, como recuerdo el de Dominique Lapierre.

Él, que nunca sabrá de mi existencia.

Ah, los queridos desconocidos.

 Esos que no saben lo que pueden hacer con nosotros, a través de un gesto suyo.

Una palabra suya bastará para...

 

0 comentarios