COSAS QUE ME PONEN DE MAL HUMOR
Pocas, muy pocas cosas hay en este mundo que me pongan de mal humor.
Pero alguna hay, faltaría más...
Por ejemplo, que un miembro de la que sin duda es una de las profesiones más hermosas de la tierra, que es ser profesor, inste a sus alumnos a delinquir.
Soy profesora y lo seré mientras viva, aunque ahora esté en excedencia. Amo mi trabajo y la dignidad con la que llevamos nuestros conocimientos, nuestra experiencia a los alumnos. La dignidad con la que les abrimos ventanas al mundo, no solo hacia las fuentes de la sabiduría ajena, sino a la de formarse una sabiduría personal, una columna vertebral, emocional, cognitiva, que les abra el mundo del desarrollo, de la vida.
Por eso no soporto que haya algún individuo que se dedica a esta maravillosa profesión y que no la entienda en absoluto.
Me pone de mal humor que algún profesor anime a sus alumnos a piratear los libros de lectura en internet. Los míos y los ajenos...
Los está convirtiendo en miembros de la picaresca que sacude nuestra sociedad. Nos rasgamos las vestiduras con los casos de corrupción que jalonan el país en los últimos tiempos. Como si eso fuera nuevo y estuviera solo en la clase política. El género de la "novela picaresca" nació en España, y no en otro país. Eso, lo sabe el no citado profesor, puesto que será licenciado en Filología Hispánica. Supongo. A lo mejor es que pretende continuar el género en la vida real con sus alumnos, y hacer que desde chicos ya se sientan ufanos por haber robado impunemente de esta red en la que parece que todo vale, y que nada es de nadie. Y a lo mejor incluso él está trabajando gracias a que algunos escritores, como yo, hemos pedido excedencia de esta noble profesión para poder escribir novelas, y hemos dejado plazas vacantes en la enseñanza.
Sí, me pone de mal humor que un profesor de Lengua y Literatura no sea como la inmensa, infinita mayoría de maravillosos profesores. Me pone de mal humor que aliente a sus alumnos a convertirse en piratas, en pícaros de esta España nuestra.
Una España en crisis, en la que un libro cuesta lo que dos paquetes de tabaco, pero vale mucho, infinitamente más.
Una España en crisis en la que hay Bibliotecas, incluso en los institutos. Bilbiotecas en las que se prestan libros que no hace falta piratear.
Dígales a sus alumnos, señor profesor - bucanero, que tomen los libros de la Biblioteca del centro educativo, que la hay. Que lean el libro, los libros, y que se sientan bien por ello.
Pero no los convierta en pícaros, en piratas, en corruptos jactanciosos. Que de esos, ya tenemos bastantes en este país.
¿Se nota que este tema me pone de muy mal humor, verdad?
Pues sí.
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