ATASCOS
Cuando uno se acostumbra a vivir en provincias, cada vez cuesta más hacerlo en las grandes ciudades.
Atascos, atascos, atascos.
Museos, museos, museos a los que llegas tarde porque el atasco es monumental, o porque calculas mal el tiempo que tardas en llegar.
O porque llueve y todo el mundo coge el coche.
Porque también llueve en las grandes ciudades. Estos días llueve en todos los sitios en los que estoy.
O en casi todos.
Menos mal que alguien inventó los paraguas. Alguien de nombre desconocido y que debería tener una estatua en cada cruce, en cada plaza de las grandes y de las pequeñas ciudades.
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