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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

TARDES

Siempre está bien volver a la cabanna y también volver a la casa en la ciudad.

Dejar la cabanna siempre es duro. Un lugar donde se vive la naturaleza tan intensamente es, simplemente, bueno para el cuerpo y para el espiritu. Tambien para la mente en general.

He estado haciendo mi recolección estival de mirtilos y de multer, las moras árticas. Los mirtilos son buenos, ricos en vitamina C y en antioxidantes. Aquí tienen por nombre blåbaer, que significa "bayas azules", o "moras azules", son redondos y están muy buenos cuando están frescos, con o sin azúcar, con o sin leche. Las multer son doradas y solo crecen en estas latitudes. Me gusta cogerlas especialmente cuando les da el sol, a mediodía o por la tarde: el sol les da un brillo especial que, junto a su textura de cera, las convierte en una fruta espectacular y muy hermosa. Crecen, además, en lugares bellísimos, y el hecho de comerlas con azúcar se compensa con el ejercicio que hay que hacer para conseguirlas.

Pero ayer no cogí multer. Ayer pasé la tarde en casa de mi amiga Liv, que vive en una casa roja con vistas a la ciudad y al fiordo. Todos los veranos pasamos una tarde-noche en su terraza, viendo como el sol se esconde sobre el fiordo y sus colinas, y como poco después vuelve a salir. Liv toca la última pieza que compuso Beethoven en un piano de cola negro, con el cielo enrojecido por el sol a su lado, al otro lado de la puerta de la terraza.

Cerca y lejos.

Como casi todo en esta vida.

 

Ramón, qué bueno verte por este blog después de tu viaje a Sicilia. Veo en el tuyo que hablas de Dacia Mariani: las mujeres de Alberto Moravia escribían muy bien. La Storia de Elsa Morante (creo que fue su primera mujer) es también maravillosa. De Mariani: La lunga vita de Mariana Ucria. Muy siciliana. María, qué pena lo de los incendios en la provincia de Teruel, y qué tragedia. Pero qué bueno lo de "nos veremos en septiembre". Carlota, corazón, ya sabes, estamos cerquita..., solo nos separa un cachito del Mar del Norte. Besicos.

 

5 comentarios

Tania -

Hola Ana. En primer lugar darte la neorabuena por todos tus trabajos. Bueno pues a lo que iva, soy alumna de un instituto de Salou y estamos leyendo "El medallon perdido" y nuestra maestra nos a propuesto descubrir ¿por que te gusta tanto viajar a Noruega, tienes algun enlace familiar o simplemente por que te encanta?
Me gustaria mucho recibir una respuesta.
¡GRACIAS!

Noemi Rodriguez Rodriguez -

Hola Ana, este comentarios no va referido a lo has escrito pero necesito ayuda. Me gustaria hacer un libro, ya tengo el resumen del libro y todo, pero es que es ahora cuando necesito saber como vosotros los escritores, enfocais cada escena como describis con detalle que te haga imaginartelo en la mente, como hay veces que aun que sea un libro, te hace llorar, reir..... porfavor ponte en contacto conmigo por el e-mail.Gracias. De parte de Noemí rodriguez rodriguez " estudiante en el "I.E.S.Alonso Quijano"

Evaristo -

Fui este invierno, acompañado por mis alumnos, en busca de El medallón perdido.(http://blogs.educared.net/anavegar10/an10_38_131/2009/05/05/tendremos-que-encontrar-el-medallon-perdido/).

Ahora en el mes de agosto he viajado con mi familia otra vez a Venecia. Bajo el león de San Marcos, nos ha permitido recorrer con placer las dos Venecias, la de Angélica y la de Ángela,tan distantes, tan parecidas. Además, hemos decidido que volveremos en otoño y nos tomaremos un chocolate en el Café Florián.
Gracias por el viaje.

Nerea -

Después de un interrail de casi tres semanas por Italia (Venecia inclusive), tocaba descansar por el pueblo. Y en la terraza del pueblo, con la ermita de fondo, los pájaros en las cañas de bambú y el ruido del agua corriendo en la acequia, he vuelto a Venecia leyendo tu última novela. Es un placer leerte, como siempre.
¡Besos veraniegos!

montse -

Entre el Romme, el pan y las frutas con azucar, suerte que haciendo ejercicio suficiente se queman calorias..
Que placer la idílica tarde con Bethoven, piano de cola y puesta de sol viendo el fiordo, "cerca y lejos, como casi todo en esta vida ".
Otro placer el hecho de alternar la "cabanna" con la ciudad, un programa de relax perfecto y una cosecha que imagino espléndida de sensaciones para el archivo de la memoria de una escritora como tu.
Que disfrutes de este verano nórdico tan apacible.