EL POETA
Cuando muere el cantor...
Cuando muere el poeta,
morimos todos un poco. O un mucho.
Esta mañana llevé a clase dos libros de Benedetti firmados por él en dos Ferias de Libro, en el Retiro. Los he llevado para dos cosas: para leer alguno de sus poemas, y para dejar a mis alumnos tocar las mismas páginas, no sólo escritas sino tocadas por él.
Por el poeta.
No se fue del todo. Sus huellas dactilares se mezclaron esta mañana con las de mis alumnos.
Y con las mías de nuevo en el autobús.
Tocar lo tocado.
4 comentarios
Vicente -
Salu2.
ana a. -
Don Luis -
Juan Antonio -
La grandeza de la literatura es que los buenos escritores nunca mueren.
Un beso sureño.