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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

LA SAL DEL MAR

Llevo días sin escribir en el blog. Esta incorporación al trabajo ha sido intensa. El tiempo pasa, una es cada vez más mayor, y se nota.

La casa está patas arriba. El aspirador pasado pero poco más.

Hay periodos en los cuales los días deberían tener cinco horas más.

En otros momentos, cinco horas menos al día también vendrían bien.

Nunca nos acabamos de conformar.

Han pasado muchas cosas durante estas semanas. Muchas palabras también han pasado.

Y aún han de pasar muchas más.

Ayer asistí a un concierto precioso: Miguel Ángel Tapia al piano, Santiago Sánchez Jericó y Beatriz Gimeno con sus voces. Ópera y zarzuela bien cantada y bien interpretada, con emoción, con gracia, con intensidad, como debe ser.

He leído el bellísimo libro de Elena Galiano, madrileña afincada en Cantabria, Cinco historias de mar y una de tren (Creática ediciones, Santander, con ilustraciones de Luisa R. Galiano). Seis relatos de una prosa llena de poesía, de belleza, de evocación, de nostalgia, de intensidad. Una edición, además, hecha con primor y amor por la materia física del libro. Os dejo un breve fragmento:

"He encontrado la sal del mar. Estaba en el agua. Sólo tengo _ue sumergirme y ella me envolverá, ventrá a mí sola. La sal es la esencia del mar, lo   _ue distingue su agua del agua de la tierra. Se compone de las lágrimas de sus habitantes, de los presentes y de los pasados..."

El libro de Elena Galiano es precioso. Una joya.

NOTAS: Algo no ha cambiado: la grafía correspondiente al sonido [k] sigue sin funcionar en este ordenador. Lo siento. Algún día cambiaré el teclado.

Jose, amiga pintora de presentaciones: sé  -ue pasaste por el instituto durante mi ausencia. Muchas gracias. Besicos.

 

3 comentarios

Elena Galiano -

Muchas gracias, Ana, por tus elogios hacia mi libro. Después de dar un paso al frente y publicar -como quien se pone a gritar en medio del campo-, no sabes lo que me anima sentir que alguien me ha escuchado; que mis palabras no se caen en el vacío para que se las lleve el viento; que al menos, como estelas en el mar, flotan un tiempo antes de desaparecer.

ana -

Sí, es precioso el libro, Juan Antonio.

Juan Antonio -

Sí que tiene buena pinta el libro, a tenor del párrafo que nos muestras. Por supuesto, se entiende que, con una lectura así entre manos, la casa esté patas arriba. Es cuestión de prioridades, y tú las manejas bien. Un abrazo, Ana.