8 DE MARZO

Hubo un tiempo en el cual los ochos de marzo me vestía con ropas de color violeta.

Ya no.

El violeta ha sido el color de moda este otoño y este invierno: hasta Victoria de Suecia se vistió de este color para anunciar su compromiso. Su vestido y la corbata de su novio eran violetas.

A mi abuela, de joven,  le regalaban violetas para su cumpleaños, a finales de enero. Se las regalaba una amiga suya, pintora de flores, una dama a la cual yo conocí en mi infancia como Doña Julia.

Hoy podría escribir muchas cosas. Muchísimas cosas desde la anterior entrada en este blog.

Podría escribir muchos versos esta noche... De sol, de lluvia, de medallones de color naranja, de jarabes de rosas, de flores, de trenes, de fotos con mares y gaviotas, de más trenes, de algún autobús, de calles estrechas, de anchas avenidas, de torres, de palacios, de barrios blancos, de barrios de colores, de ríos, de conversaciones, de chocolate, de "charradas" públicas y privadas, de encuentros, de reencuentros, de auriculares, de sonrisas, de miradas, de tartas de almendras.

De muchas palabras. 

Incluso de jardines llenos de violetas.

Pero no, no voy a escribir ninguno: "I don´t wanna talk", como Meryl Streep cuando comienza a cantar "The winner takes it all", de ABBA, en MAMMA MIA!