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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

INSTITUTO

Me reencuentro hoy en mi anterior instituto con mis antiguos compañeros y con mis antiguos alumnos.

Me gusta reencontrarme con ellos: mis compañeros me acogieron con mucho cariño en unos años especialmente difíciles. Me hicieron el camino fácil en unos momentos en los cuales la vida era muy difícil.

A veces, muchas veces, la vida es muy difícil.

Algunas de mis compañeras habían sido mis profesoras en el pasado remoto del BUP y el COU. Con ellas me he reencontrado varias veces: convertirte en compañera de tu profesora de literatura, por la cual estudiaste Filología, tiene mucho de magia. Cuando llegué a ese instituto y la encontré, me emocioné mucho. Y me emociono mucho cada vez cuando nos reencontramos y nos abrazamos.

Me gusta reencontrarme con los chicos: han crecido mucho. Han pegado el estirón este verano, como mi Benjamín, y de pronto están ahí con otro tamaño, pero con la misma sonrisa.

A algunos era difícil reconocerlos. Me he emocionado al comienzo de la charla en la cual estaban mis antiguos alumnos. He notado un nudo en mi garganta al verlos allí delante tan mayores, tan estupendos. Y me ha gustado emocionarme.

Emocionarse no es fácil.

El tiempo nos cambia la superficie y a veces también la esencia.

Pero casi nunca nos cambia la sonrisa.

Ni la emoción.

 

NOTA:
Juan Antonio, felicidades por la tarta.

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