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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

AGOTÁ

Así estoy, agotá, después de un día como el de hoy:

Primera hora: examen en primero de bachillerato. Mientras los chicos se examinan, entre otras cosas de los valores del "se", yo paso a limpio mi texto del curso de teatro. Apenas entiendo mi caligrafía, así pues debo hacer esfuerzos para llegar hasta ella, y hasta los profundos pensamientos de la cortacabezas Salomé, personaje elegido por mí para hacer el ejercicio.

Segunda hora: taller de lengua con segundo C, leemos el relato de Cortázar "La noche boca arriba". El próximo día haremos una actividad de final sorpresivo.

Tercera hora: envío de un FAX al CAREI, llamada al CAREI, reenvío de un correo electrónico extraviado en el espacio sideral al CAREI. Llego tarde a la guardia. Sustituyo a una compañera durante veinte minutos en una clase cuyo profesor no ha podido venir.

Recreo: club de lectura en la Biblioteca para comentar algunos elementos míticos y tradicionales de Don Juan. Disfruto muchísimo compartiendo con los chicos y con mis compañeras reflexiones sobre el donjuanismo.

Cuarta hora: preparo la clase de lengua para segundo A, paso a texto de Word el texto sobre Salomé y vuelvo a llamar al CAREI.

Hora número cinco: reunión de departamento.

Sexta hora: clase con segundo A. Trabajamos las descripciones, hacemos un ejercicio nuevo y leemos algunas de sus creaciones.

Cojo el autobús, el 33, voy a comer, como, deprisa, intento tomar un viejo té lleno de posos. Lo tiro por la fregadera. No puedo con él. Cojo el autobús, el 39. Voy al Centro de Historia.  Los tres lugares, instituto, casa y Centro de Historia, están en tres puntas de Zaragoza, de casi media hora, o más, depende, de autobús. Asisto al Taller de Dramaturgia.

Cinco horas intensísimas. Me siento llena y vacía después de escribir páginas y páginas con los ejercicios propuestos por Sanchís Sinisterra. Este hombre comparte con nosotros años de reflexión, de trabajo, de sabiduría, de meditación sobre el hecho teatral. Es un privilegio estar ahí. Grande. Saca de nosotros lo insospechado. Y yo saco ideas para trabajar con mis alumnos. Y, espero, para escribir una obra teatral algún día.

Agotador privilegio. Llego a casa a las diez. Ceno. Estoy cenando mientras escribo.

Y espero dormir.

1 comentario

Nerea -

Ánimo.
Sólo faltaría que, en sueños, soñaras trabajar. No, no, descansa...
Un beso!