ANIVERSARIOS
No todos son fáciles. No todos dan para celebraciones.
A veces nos empeñamos en celebrar lo incelebrable.
Los doscientos años de una Guerra, por ejemplo, de unos Sitios, no sé si heroicos.
O algunos centenarios olvidables.
En cambio, hay días inolvidables y nos olvidamos de sus fechas, si no las apuntamos en la agenda, o en el cuaderno.
Olvidamos lo inolvidable y nos recuerdan constantemente lo olvidable.
O las fechas terribles.
Esas en las cuales ocurrió algo _ue nunca debería haber ocurrido.
Como la de hoy: hoy hace 72 años, alguien mató a Federico García Lorca. Tal vez si no hubiera cogido un tren a Granada, si hubiera permanecido en Madrid, si en vez a Granada el tren hubiera partido a Barcelona. Si se hubiera marchado a París, si hubiera vuelto a Nueva York. Pero tomó el tren hacia su casa, y volvió a la tierra.
Volvió a la tierra. Alguien lo devolvió a la tierra.
Una fecha terrible cuando alguien mata al poeta, a la voz, a la palabra, a la poesía.
O sea, a la vida.
2 comentarios
Dani -
Allí sentí más que nunca su muerte y añoré -qué absurdo- todo lo que habría podido escribir si no le hubieran asesinado.
Gracias, Ana, por el homenaje.
Anónimo -
De todas las maneras, está bien tu recordatorio.
Un beso afectuoso.