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Ya veis, cuarenta de mayo. O cuarenta y uno.

Y no nos hemos podido desprender todavía del sayo.

Llueve sobre el canal.

Y sobre el Ebro: esto es peor, a tres días vista de la inauguración de la acuática EXPO.

Más y más ganas de sandalias y de escotes y de tirantes y de sedas y de bermudas y de faldas cortas y de piratas y de cremas solares.

Incluso de comer un gran helado de chocolate, en cucurucho por favor, por la calle. Por el Paseo de la Independencia a ser posible. Bajo los tilos: debieron de florecer cuando yo sólo paseaba por el hospital, y me lo perdí.

O de limón y nata. El helado, digo.

Y de ver el sol, vaya.

 

3 comentarios

[Nerea - 11 de junio de 2008 - 16:52]

Nosotros apostamos en Septiembre bañarnos en el lago de la city para celebrar el final de exámenes si aprobábamos todas, pero si llueve, va a ser que no -así nos libramos de una mutación, que ese agua verde no me inspira confianza-.

Tengo buenas noticias sobre mis notas, pero este año no estás por la feria del Libro para pasar y contártelas...

Un beso!

[Juan Antonio - 10 de junio de 2008 - 20:32]

Pues los sevillanos llevamos ya una semanita de mangas cortas, tirantes, aires acondicionados, piscinas y demás. No es por dar envidia, pero... Besos andaluces.

[Néstor Mas - 10 de junio de 2008 - 19:56]

Por fin! hacía tres días que no podía entrar en tu blog. Sí, ganas de quitarse el sayo y lo que no e el sayo. Meses extraños estos últimos... ayer, sin ir más lejos, en la capital, villa y corte, no superamos los 11 grados. Hoy será poco más o menos igual pero con un aliciente: acaba de ganar la selección española. Bueno, para el que le guste sentir ese orgullo patrio a través del equipo nacional de fútbol.