PARÉNTESIS
Estoy en casa en un paréntesis extrahospitalario.
Escucho a Rolando Villazón, canta en este momento "Tombe degli avi miei", de Lucia de Lammemoor.
Pienso: mi vida sería muy diferente sin Verdi, sin Puccini, sin Donizetti.
Muy diferente. Sin esos desconocidos gracias a los cuales respiro un aire diferente, cuajado de las melodías por ellos compuestas.
Creadas hace años, cuando ellos no sospechaban mi existencia, lejos en el tiempo y en el espacio.
Un día pasé por la casa donde murió Donizetti,en Bérgamo, esa ciudad tan cercana gracias a la Ryanair.
Y él nunca supo de mi audición, ahora mismo, del aria final de su Edgardo.
La vida tiene estas cosas mágicas.
También.
Menos mal.
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