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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

EL MUNDO MUNDIAL

Cada cuatro años el mundo del fútbol organiza un mundial. Cada forofo, hincha, miembro de "tifo", "torcida" o similar, viste la camiseta oportuna y anima a su equipo.

Algunos,  como comenta Néstor hoy en su blog, celebran una victoria parcial cual si fuera la final. Y lo hacen conmovidos por un canal televisivo, que ha decidido que la Plaza y Fuente de Colón en Madrid sea el lugar de celebraciones de la selección española. Invaden y se bañan en uno de los lugares emblemáticos del Madrid moderno. En uno de esos lugares en los que todos los que alguna vez hemos sido madrileños nos hemos querido convertir en Anita Ekberg. Pero siempre nos hemos controlado, claro.

Sin camiseta roja, uno no se mete a la fuente de Colón. Sin camiseta blanca tampoco a la Cibeles. Sin camiseta blanquirroja a Neptuno. Lo de estas dos ya está controlado. Lo otro no.

Ahora resulta que hay que ver los deportes en masa: juntarse en bares, teatros, cines o plazas públicas para mirar, corear, y gritar a la vez que los demás, en el mismo momento y en el mismo lugar. LLevar una camiseta azul si estás viendo una carrera de Fórmula Uno, roja si contemplas los goles de la selección de fútbol.

Esto cada día se pone un poco peor.

Creo que la próxima vez que vaya a Madrid pasearé bajo la cascada. Y me acordaré de Marcello Mastroiani.

1 comentario

Lu -

Los colores son la nueva religión y, al parecer, tiene muchos adeptos (¿demasiados?.