PASCUA
En el norte más allá del norte no celebran la Semana Santa, propiamente dicha, sino que la Pascua es una fiesta de la luz, de la primavera: el color amarillo es un símbolo más de ello.
Durante toda la semana, la nieve ha abandonado la ciudad mientras yo estuve en las montañas. En Trollheimen todavía queda, y mucha. Cambia cada día, cada hora. Las montañas son así: los vientos varían repentinamente y el azul aparece y desaparece con mucha facilidad.
Hace dos días estuvimos en Dovre, la gran cadena montañosa que divide el país en dos. Durante la Edad Media, era el paso a veces dramático entre Cristianía y lal catedral de Nidaros. Los caminos pedregosos cubiertos de líquenes en verano están ahora tapados por una capa de nieve a veces tan fina que resulta traicionera. La luz es tan blanca como el cielo y apenas se ven los volúmenes en el suelo. Todo el horizonte es blanco y me acuerdo de Nansen y de Amundsen.
No vemos los bisontes que habitan estos pagos desde hace años. Su cuerpo se confunde siempre con las grandes rocas oscuras. Tal vez estén ahí, muy quietos.
El mar blanco a más de mil metros de altitud.
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Ricardo. -