INTERCAMBIOS

Cuaderno para Michéle
Mi instituto actual se intercambia con uno de Basilea en Suiza. Mi instituto real/virtual lo hace con otro de Talence, cerca de Burdeos, en Francia.
Un año acompañé a los alumnos con Nuria. No recuerdo haber comido más y mejor durante una semana en toda mi vida. Allí descubrí el vino blanco de Sauternes, con el que empezábamos cada almuezo. No hay casi nada mejor en el mundo que beber una copa de ese néctar dorado.
Casi nada.
Y todo empezó gracias a Michéle, que se jubila este año. Ella ha llevado a los chicos de Alcalá (de Henares) a conocer Burdeos, Poitiers y el Futuroscope, la bahía de Arcachon, a cuyas ostras les llegó el "eco" negro y pastoso del "Prestige", a la Duna más alta de Europa, a Saint Emilion y sus viñedos...
Cuando viajo hacia el norte más allá del norte, y lo hago vía Amsterdam, el avión pasa sobre algunos de estos lugares. Me pido siempre ventanilla para ver la duna y la bahía, y la Gironde: desde el aire se contemplan en un solo golpe de vista aquellos sitios por los que paseé con Nuria, con Michéle, con Pepa, con Maru, con Margarita. Ese año Rosa se lesionó y por eso fui yo.
Gracias, Rosa, por haberte fastiadiado la cadera esos días.
Gracias, Michéle, por la magia de todos estos encuentros.
3 comentarios
Lu -
Yo comparto una experiencia paralela a la que cuentas. Viajé una semana a Gävle (Suecia) en sustitución de una compañera enferma. Dos años después, aún mantengo relación con los profesores del intercambio,
Nerea -
Este año, ademas de Noruega, tambien voy a Burdeos, Arcachon, Futurospe y la duna du Pilat de nuevo.
Me lo acabas de confirmar, los profes disfrutan tanto como nosotros en esos viajes, por mucho que se quejen del comportamiento de sus alumnos, je!
Besos!!
Javier -
¡Que bonito es viajar!
:) J.