MADRID
Madrid de nuevo. Cielo límpido con la luz de otoñoinvierno. Encuentros y reencuentros, fortuitos algunos, esperados otros, deseados todos.
No hay otoño en los jardines de Sabatini: los magnolios, y los abetos no pierden la hoja. Acaso el boj quiere amarillear apenas. El agua del estanque está helada. Es mediodía de domingo.
Me siento en un banco de madera de la Plaza de Oriente. Respiro el olor de todo el boj de los setos. Un guitarrista está tocando la melodía de la película EL CAZADOR. Una mujer deja pan para que se lo coman las palomas y se aleja. No se queda para ver el resultado de su acción. Las palomas acuden en tropel. También gorriones. Disfrutan de las miguillas de pan que ella ha depositado con cuidado en el suelo.
A veces todos disfrutamos de las migajas que alguien tiene a bien dejarnos. Y ese alguien tal vez nunca llegue a saberlo.
Giro a la derecha en la plaza. Se vende un piso en una de esas casas que miran al Palacio Real. Nunca podré comprarlo, ni alquilarlo. Sigo paseando y llego a la Plaza de la Encarnación. En la pared del monasterio del mismo nombre, sobre unos viejos azulejos una inscripción que me despierta una sonrisa: "Se prohibe hacer aguas bajo la multa correspondiente".
Sigo mi camino hasta una calle estrecha cerca de la Plaza de España. Desde su balcón puedo ver el rascacielos y la vieja fuente neoclásica. Mundos que se dan la mano en la misma imagen, en el mismo momento, en los mismos ojos.
Los cierro y veo las cortezas de lima verde azucaradas con hielo, mucho hielo.
El del otoñoinviernomadrileño.
NOTA: Espléndida entrevista de Antón Castro a Caballero Bonald en su blog de ayer.
2 comentarios
José María -
Nicolás -
... en una ciudad con una red de metro tan fantástica, si tan sólo tomaran medidas efectivas para, no digo restringir, sino pro-hi-bir el tráfico, cómo sería pasear por el Paseo del Prado, o por la Calle de Alcalá, como era posible hace cien años...
... si tan sólo tomaran nota de lo que se ha estado haciendo en otras ciudades de Europa...