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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

TELÉFONOS

Hay veces que llamamos a un teléfono y te responde una máquina espantosa con voz generalmente de mujer. Te ordena, te pide, te requiere, y acabas colgando, desesperada, porque estás harta de hablar y de que nadie te escuche.

Hay veces que llamamos por teléfono y al otro lado te responde una voz desconocida y maravillosa. Eso me pasó a mí anoche, cuando llamé a un restaurante para reservar una mesa. La mujer del otro lado me habló, me contó, yo le hablé, le conté. Estábamos en dos ciudades diferentes, no nos hemos visto nunca la cara, pero su voz temblorosa llena de años me emocionó ayer, me emociona ahora.

Estaba a punto de celebrar sus bodas de oro cuando su marido murió. Ahora es ella la que hace las reservas en el restaurante que fundó él. Y con sus palabras, y con las voces que se escuchan allí cada noche acompañadas del piano, permanece vivo el recuerdo,  el aire  que respiró, y los silencios que hacen posible toda la música.

Fue hermoso hablar anoche con la desconocida dama del otro lado del teléfono.

A veces pasan cosas así.

Qué bien.

 

NOTA: Hoy en librería "Cálamo", Jacobo Siruela presenta su nueva editorial ATALANTA. En "Artes y Letras" de Heraldo de Aragón, reseña del último libro de Ramón Acín, por Amadeo Cobas, y del libro de relatos de Félix Teira por Julio José Ordovás. Y más cosas.

4 comentarios

RICARDO -

Conozco esa voz. Bacione!

Javier -

Lo siguiente fueron casi 30 minutos de amena conversación. Moviline hizo una promo muy bonita en la cual el slogan era: "Lo importante es hablar" Saludos, J. :)

Javier -

Un día recibí una llamada en la que la voz de una secretaria muy resuelta me anunció que me pasaba con el señor x, no tuve opción de articular palabra alguna, al momento me encuentro al señor x que me explica las excelencias de un proyecto empresarial del que no comprendo ni papa, cuando consigo tomar la palabra y decirle que no soy quien él cree se sorprende y dice: ¿qué número ha marcado esta chica? Le respondo que el mío, es evidente. Le pregunto por su acento, dice que asturiano, de Gijón... Sigue >

Nicolás -

Tu restauradora me recuerda a una que conocí hace unos diez años. La pensión-restaurante había sido ya de sus padres. Ella había nacido sobre una de las mesas del restaurante, como se hacía antaño. Se había quedado viuda en la guerra, sin hijos. Poco después de que la conociera murió. Sus sobrinos y herederos han tirado la casa, con su pensión y su restaurante, para hacer pisos.