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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

SIESTAS

Ayer sábado me acosté en la cama para dormir una siestecita. Estaba cansada, bastante cansada. Me dormí antes de las tres de la tarde. Me he despertado esta mañana a las nueve de la mañana. He dormido casi 18 horas seguidas.

Sí que debía de estar cansada, sí.

El sábado apenas ha existido. He casi pasado del viernes al domingo.

Ni siquiera sé qué he soñado ni con quién.

Un largo paréntesis durmiente.

 

NOTA: Bienvenido, Jandro, a este blog. Hay otra novela, enlazada a la que has leído. Se titula EL RETRATO DE CARLOTA. Una tercera saldrá el próximo año. Hay otra terminada que no se sabe qué será de ella. Y ahora estoy escribiendo. Bueno, es un decir, la tengo un poco aparcada. Quería retomarla este fin de semana, pero ya ves, se me ha ido el día durmiendo. Gracias por tu mensaje, y a seguir leyendo.

2 comentarios

Nicolás -

Pues me parece una manera fantástica de pasar el fin de semana. Yo ayer sábado me fui a Madrid, pasé el día allí, volví, esta mañana he estado descansando de ayer y haciendo un par de cosillas (hoy quería haber ido a Ordesa, que debe estar en pleno otoño, pero estoy demasiado cansado de conducir) y después de comer laaarga siesta, que ojalá hubiera sido de dieciocho horas, y ahora estoy con un libro ("Rebelarse vende: el negocio de la contracultura")
Nunca he dormido diechiocho horas: ¿qué hay que hacer para cansarse tanto?

Luengo -

Hay veces que en esta vida frenética el cuerpo pide un paréntesis, aunque sea de dieciocho horas. Ahora ya se puede empezar la semana con energía.
Un saludo