Blogia
AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

DOMINGOS Y LAVADORAS BIS

Vuelve a ser domingo. Inexorablemente, siempre vuelve a ser domingo.

Y en lugar de dedicarlo a la meditación, a la renovación espiritual y mental, como debería ser, aquí estoy, con el pelo enfundado en la toalla, después de un tinte rápido y mal puesto, después de una ducha un poco más lenta que la de los demás días, después de poner la primera lavadora del día.

Como llueve, y no tengo sitio para más, no pondré la segunda lavadora. Algunos de mis vecinos tienen tendederos que dan a la calle, como si estuviéramos en el casco antiguo de Nápoles, pongamos por caso. Allí quedan bien, igual que los altares con un pelo de Maradona, y los coches haciendo sonar la bocina si te paras en un semáforo rojo.

Pero aquí no, aquí no quedan  bien muchas cosas, aunque ya nos estemos acostumbrando a ellas.

Así que ahora me secaré el pelo, me sentaré un rato a leer el nuevo libro de Mauricio Wiesenthal que tanto me hace disfrutar siempre. Me pondré el nuevo disco de Jonas Kaufmann con los lieder a Matilde Wesendonck de Wagner. Y luego haré la comida mientras sigue lloviendo ahí fuera.

Llueve, hace frío, no se seca la ropa, el pelo se riza más de la cuenta, no puedo salir a pasear.

Pero siempre me quedará mi sofá.

Mi sofá para una mañana de domingo en la que no hemos comprado los periódicos.

Hoy no leeré el artículo de Javier Marías con el que empiezo siempre mis lecturas dominicales. Lo echaré de menos, pero lo he cambiado por ocultar mis canas.

No sé si me lo perdonaré.

 

0 comentarios