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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

PASAR FRÍO

Se puede pasar frío en los paises fríos.

Se puede pasar frío haciendo cosas que a uno le apetece hacer.

Se puede pasar frío en la parada del autobús.

Se puede pasar frío en casa, si no funciona la calefacción o hay que ahorrar.

Se puede pasar frío porque es invierno y es lo que toca.

Y también se puede pasar frío en la estación de trenes de Zaragoza. Porque el tamaño sí que importa.

Y la estación es grande, larga, alta y no hay quien la caliente. Alguien pensó que hacía falta demostrar que la teníamos más larga que nadie. Y así se construyó: ingente y gélida. La T4 de Barajas también es larga. Y alta. Pero alguien pensó que habría que calentarla. Y la calentaron. Y no hace frío.

Pero en nuestra estación, nadie lo pensó. Y si lo pensó, le dio igual.

Y se aprobó el proyecto. Y a quien lo aprobó también le dio igual que hiciera frío.  En la sala VIP había calefacción desde el principio.

Ahora hay calefacción también en las salas de espera donde esperamos el resto de los mortales. Y en los andenes hay calefactores que dan risa para calentar a 4 personas y provocarles dolor de cabeza. Porque los rayos van directamente a la zona craneal.

Pero eso sí, si vas a comprar billetes porque no tienes internet, o eres un jubilado de cierta edad que todavía confía en las ventanillas, te debes poner la bufanda, el gorro, los guantes y los marianos; te llevas además un montón de pañuelos, te tomas un paracetamol y una pastilla de echinacea para meter defensas en tu cuerpo y no coger una neumonía que te lleve al otro barrio.

 Y desde luego,  te fastidas de frío mientras esperas tu turno, si es que tienes suerte y se arreglan las averías de los ordenadores de RENFE, como ayer domingo. La página web no funcionaba ni ayer ni otros días. Y después de un largo paseo en bus hasta la estación, tampoco funcionaban las taquillas. ¡Redondo!

Y claro, no me esperé a que alguien, el sistema o persona de carne, las arreglara. Mi moquita empezaba a formar estalagtitas.

 

 

 

 

No pongo foto de la estación porque es tan grande que no cabe. Pero los que no la conozcáis la podéis imaginar. Tan blanca y tan fría como ese trozo de página vacío.

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