FAROS
Me gustan los faros.
La mayoría son blancos. O rojos. O blancos y rojos.
Algunos son de piedra.
Y otros son amarillos.
También me gustan los paraguas: me acaban de regalar uno. No es amarillo, pero casi.
En mi próxima novela hay un paraguas amarillo y paseos por los acantilados.
Hay paisajes que se entremezclan en la memoria.
Hay paisajes que mezclan la realidad y la ficción. El pasado y el presente. Lo soñado y lo vivido.
Los paraguas, los faros, los acantilados, las ciudades de piedra, el sol, la nieve, la lluvia.
Los encuentros posibles, los encuentros imposibles. Más nieve. Más lluvia.
Las sonrisas que fueron y las que no fueron.
El parpadeo de todas las miradas.
La luz del faro.
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