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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

DEL LEÓN

No soy capaz de escribir sobre las presentaciones de mi novela en Madrid y en Zaragoza.

Temo romper el hechizo si lo hago.

Encuentros y reencuentros después de años, de meses, de semanas, de días, de horas.

Miradas cómplices, sonrisas esbozadas, algunas lágrimas, escondidas o no. Presencias de personas muy especiales para mí.

Tres ausencias muy presentes en un mismo espacio: mi madre, Pascuala (no era mi tía, pero como si lo hubiera sido), mi prima Pili. Las tres nos miraban desde las estrellas.

Un vestido verde y un vestido azul. El mismo collar: un viejo collar de madera negra de los años veinte. Compartió tiempo y espacio con el de Carlota: ambos le fueron regalados a mi madre en la misma casa de muñecas. El collar  viajará también a Sevilla.

Pero no voy a  contaros  mis sentimientos de esos dos días, de esas dos tardes compartidas.

Esta vez me los guardo dentro de mis sueños.

Como un tesoro.

Son un tesoro.

 

NOTA: Un beso, José María, otra vez será. Nerea, siempre es estupendo verte. Lorea, me gustó poderte presentar a M.W. antes de empezar. Max, os había hablado de una sorpresa el día de la Feria: Tatevik y sus manos eran la sorpresa. Creó un ambiente de magia y de poesía.

3 comentarios

Maria -

Empiezo a pensar que soy blogadicta ja,ja. Estoy segura de que tu prima Pili estaba en algun rinconcito de esa sala orgullosa de su prima y junto a tu madre y tu tía. Quizás no las viste pero ellas a ti sí.Gracias por acordarte de ella. Muchisimos besos.

ana a. -

Gracias, Dani. Siempre tendremos las estrellas.

Dani -

Es un gusto recrearse una y otra vez en los momentos hermosos.
Que sigas soñando con ellos.
Y también con las estrellas.
Muchos besos.