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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

MEDALLONES

La vida te regala muchas cosas. Todos los días.

A veces no las sabemos ver, ni tocar, ni oír, ni gustar, ni oler. Pero ahí están. Para nosotros. Para todos.

Un día me regalaron un medallón. Años después escribí una novela sobre ese medallón.

Más años después me regalaron otro medallón. Hecho con una piedra de color naranja, el mismo color de la piel de un leopardo. No fue ninguna casualidad. Alguien pensó en una novela y alguien creó un medallón _ue salía directamente de las palabras.

Un objeto real se convirtió en una ficción. Y años después la ficción creó otro objeto real.

Una simetría perfecta. Un juego de espejos mezcladores de realidades y ficciones.

Ahora ese medallón está en mi cuello. Es de color naranja y tiene un bichito de plata trepando por la piedra. Me gusta tocarlo.

Gracias, Covadonga, por el medallón y por una mañana maravillosa, en una tierra maravillosa.

Y por tus palabras.

 

NOTA: Os recuerdo, esta tarde a las 8.00, no a las 7.30 como escribí ayer, en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, Luis Alberto de Cuenca. Es un gozo escucharlo.

 

1 comentario

Covadonga -

Gracias a ti, Ana, es un honor que nos recuerdes. Esperamos impacientes el momento del reencuentro (literario, claro). Sería perfecto poder abrir tu nueva novela en...¿el café Florián, quizá? En cualquier caso, me dejaré llevar por ella, seguro que será un viaje fascinante. Un abrazo