Blogia
AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

CAMAS

Hay camas que suben y bajan. Otras que no.

Las que suben y bajan pueden ser de dos maneras: manuales, con manivela. O electrónicas, con un mando como el de la tele, que acciona las subidas y las bajadas.

Hay camas que chirrían porque encima pasan cosas estupendas.

Cada vez chirrían menos porque los muelles van desapareciendo de las camas.

Otras chirrían porque encima han pasado cosas terribles, y parece que se duelen de tener que soportar quejidos nada placenteros.

Y otras cosas.

Son camas blancas, con ruedas, con protectores metálicos.

Una vez escribí un relato sobre una de ellas, dormí en una cama en una casa privada. La cama tenía ruedas y me inventé una historia sobre un soldado durante la guerra.

Hay camas que dan mucho de sí.

0 comentarios