Blogia
AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

ALUMNOS

Hay días en que una no se acaba de creer lo que le pasa.

Recibo una carta de una antigua alumna de Alcalá, que trabaja para la editorial que me publica. Mis recuerdos se pasean por los ojos almendrados de aquella preciosa y pizpireta criatura.

Me emocionan sus palabras, su memoria, su recuerdo.

Me reencuentro con una alumna a la que di clase en mis tiempos de entrenadora de Gimnasia Rítmica en Zaragoza y que ahora es colega en un instituto en el que di una charla el trimestre pasado. Me reconoció por la voz (que me pierde...) y por los gestos de mis manos (que llevo incorporados desde aquellos años coreográficos...).

Me emocionan sus palabras, su memoria, su recuerdo.

Mientras estoy con ella, me llama por teléfono un antiguo alumno de Alcalá. Hacía tiempo que no hablábamos. Estudia literatura y organiza exposiciones. Tiene alma de artista. Lo es.

Me emocionan sus palabras, su memoria, su recuerdo.

Una carta, una reunión, una llamada teléfonica.

Tres canales para tres encuentros.

4 comentarios

Rocío -

Cuando alguien te deja una huella tan profunda el reencuentro es una fiesta para el recuerdo.

Ricardo. -

Y es que este tipo de reencuentros nos muestran,como el payaso que salta a golpe de resorte de su caja y nos golpea la nariz, que el camino ha merecido la pena. Qué te voy a contar... Bacione!

Javier B. -

El cariño que entregas haciendo las cosas se recibe más tarde o más temprano por donde menos te lo esperas. Enhorabuena

Lu -

Tan cierto, como que hoy leí "jarabe de rosas", o mejor, "el medallón perdido". Quizá la antesala de otro encuentro.