Blogia
AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

MÚSICOS

MÚSICOS

Madonna con niño, de un fresco exterior escondido

de la catedral de Bérgamo 

 

Zaragoza no tiene orquesta sinfónica, ni teatro de la ópera. Eso ya lo hemos dicho varias veces. Pero sí tiene varios grupos orquestales de categoría.

Uno de ellos es LOS MÚSICOS DE SU ALTEZA, que dirige Luis Antonio González. Poseen una amplia discografía de música medieval, renacentista, barroca... Dan conciertos. Sí.

Y además investigan sobre la música aragonesa antigua. Esa que está en archivos perdidos y que nadie ha tocado desde hace siglos. Música bellísima que, en ocasiones, es escuchada por vez primera en alguna iglesia de esta ciudad ante un público que se emociona por sentirse privilegiado: asistir a un concierto de LOS MÚSICOS DE SU ALTEZA es un privilegio, aunque la prensa se haga escasísimo, y a veces nulo, eco de ello.

Así ocurrió con el concierto que ofrecieron el viernes pasado en la Inmortal, que nadie dijo nada en la prensa de mayor tirada local. El sábado, el mismo concierto se interpretó en el Festival de Música Antigua de Aranjuez, con obras de José de Nebra (1702-1768). Hoy el periódico de mayor tirada nacional les dedica una columna "enterita", llena de elogios a músicos, cantantes y director. El público de Aranjuez lloró la obra de Nebra, aplaudió puesto en pie la interpretación de los artistas, reconoció la labor de investigación de esta orquesta aragonesa. Vela del Campo firma la crítica de EL PAÍS.

También él aplaudió puesto en pie. Eso no ocurre todos los días.

Medea sigue ofreciendo la misma carne en la mesa.

2 comentarios

Ángeles -

Tuve la oportunidad de escucharlos, aquí en Zaragoza en el festival de Música Antigua de la iglesia de Santa Isabel,( que por cierto tiene un interesante programa y todavía no ha terminado) fueron los días 8 y 26 de mayo.Sé que aquí no se les valora,fuera sí.Son magníficos.Lo mismo le pasa a Marta Almajano. Un saludo.

Lu -

Los músicos de su alteza, qué bello nombre para un grupo que si no es por tu post desconocería.
Qué gran paradoja que ante un acontecimiento musical de este raigambre la crítica haya hecho oídos sordos.