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AL ESTE DEL CANAL, blog de ANA ALCOLEA

LA CABAÑA

Muchos noruegos tienen cabañas en las montañas, pero pocos las utilizan durante este tiempo invernal. Nosostros sí. Para acceder hasta ella hay que subir esquiando más de un kilómetro con las mochilas a la espalda. El camino está cerrado y el coche se queda abajo. La primera vez que vine, allá por 1991, me pareció inalcanzable. No estaba acostumbrada a subir cuestas, y mucho menos a esquiarlas: nunca me había puesto unos esquíes, salvo una vez en Astún: esquíes prestados durante media hora de pesadilla, rodeada de gente que volaba, que ni te miraba y que se chocaba contigo. Un horror.

Aquí eso no pasa, al menos no en los alrededores de la cabaña: en Pascua sí sube gente y te encuentras constantemente con personas que van más deprisa; lo que a mí me cuesta una hora ellos lo hacen en 20 minutos. Me estou refiriendo a esquí de travesía y de fondo, no de alpino. El caso es que en estas fechas, normalmente no hay más huellas que las nuestras. Todos los cambios de año que hemos pasado aquí hemos tenido la única compañía de la nieve: no hay nadie más en los alrededores a 20 ó 25 grados bajo cero. Me gusta esa sensación de soledad, de silencio.

Tampoco hay apenas pájaros. Están en Gallocanta, en las marismas de Santoña o en otros humedales del sur. A los demás animales apenas se les ve: se sabe que están porque todas las mañanas hay huellas nuevas: de roedores, de zorros, de liebres (las que más abundan, y que han cambiado su color pardo por el blanco ártico), renos, ciervos... El río está helado: a veces, cerca ya de la primavera, se le oye discurrir bajo el hielo y la nieve; pero ahora las capas de uno y de otra serán demasiado duras para oírlo. Tampoco hay hojas en los abedules, así que el viento pasa sin apenas rozamiento vertical y no se produce tanto sonido.

Es el reino del silencio blanco.

Para llegar al agua del río, hay que trabajar duro. Y como esa actividad sigue siendo cosa de hombres, a mí no me toca nunca: me encanta ser mujer.  J. coge la pala y empieza a quitar nieve. Luego un pico para golpear el hielo. Una y otra vez. En algunas ocasiones, más de media hora hasta que se agrieta suficientemente para hacer el agujero. Este tiene que ser suficientemente ancho para que no se cierre durante los días (2 ó 3) que vamos a estar en la cabaña. Así tenemos agua para beber y para mezclar con el whisky: a mí lo del escocés me da igual, porque no me gusta, lo del agua es otro cantar:fresca, el té, el gløgg, que es una bebida invernal especiada deliciosa...  Para la higiene personal, la nieve derretida es estupenda, y más fácil de conseguir. Sales medio metro del porche, coges un cubo, lo llenas de nieve, la pones en una cacerola, la derrites, la calientas, la echas en el depósito de la ducha, y ya tienes agua calentita para ducharte. Al otro lado de la ventana, las montañas blancas y la nieve casi a dos metros de altura en ese lado, el más sombrío, de la cabaña.

Lo de la ducha es moderno: hace menos de dos años que disfrutamos de ese lujo. Cuando se construyó la cabaña, el ideal era el de la vida primitiva, y la ducha no entraba dentro de los moldes. No hay postes eléctricos: romperían el bosque. Por eso la corriente viene de una placa solar que hay en la pared occidental: en este tiempo hay poca luz y se recoge poca energía, por eso hay que encender muchas velas; los noruegos son amantes de las velas y las ponen hasta en el desayuno.

El váter con taza normal también tiene dos años, hasta entonces, un cubo grande, con tapa, eso sí. En invierno" todo" se congelaba enseguida: el cuarto no está dentro de la vivienda sino al lado, así que no le llega el calor de la chimenea. Había que pensarse seriamente lo de ir al cuarto de baño, y no era cuestión de esperar leyendo una revista ilustrada. Ahora está aislado y además, cuando estás sentada no tienes debajo "nada" más que lo que tenemos en todos los sanitarios normales.

Y después de estos escatológicos comentarios casi ilustrados, lo dejamos por hoy, y por varios días: mañana, si no hay novedad, me escapo a las montañas para Nyttårsaften, o sea, para Nochevieja.

FELIZ AÑO A TODOS

GODT NYTT ÅR

BONNE ANNÉE

AUGURI PER IL NOUVO ANNO

HAPPY NEW YEAR

 

4 comentarios

Lu -

Asomo a tu blog después de unos días de paréntesis obligado y ¿qué me encuentro? un relato de estampas noruegas precioso. Una historia blanca. Una historia en dioramas.

Feliz año

Bon any nou

Carmen -

Qué envidia me das, te imagino allí como todos los años... ! Qué suerte! Yo desde aquí te deseo lo mejor, Un abrazo muy fuerte. Carmen Gascón

Nerea -

Vaya... me he quedado algo descolocada al saber que las grullas a las que voy a ver todos los años a Gallocanta han visitado Noruega antes que yo, que afortunadas!
Te deseo un año que, por lo menos, sea tan bueno como este, y si es posible, mejorarlo con mas sonrisas, sueños e ilusiones...
Besos!

Alberto -

Te deseo 12 meses felices, 52 semanas de salud, 365 días de éxito, 8760 horas de trabajo, 525600 minutos de suerte y 31536000 segundos de mi amistad.¡FELIZ 2006!.